“Como saldar nuestra deuda emocional”
Cuando comprendí que mis acciones me generaban sensaciones que me llevan a sentimientos y emociones y que poderlos expresar con sinceridad, me ayudan tener una carga mínima de mi pasado. A esa carga de emociones pasadas le llamaremos: “deuda emocional” situaciones en la que mis sentimientos y emociones se encuentran atoradas ante un dolor o enojo en lugar de poderlas expresar.
Al tener una deuda emocional, nuestros sentimientos pueden salir cuando menos esperamos y en el momento menos apropiado, dejarlos salir puede ser alarmante por que es en este terreno donde tengo menos control y mayor temor a generar momentos disfuncionales en mis relaciones. Las personas que evaden sentimientos, lo hacen por temor a sentir algo, y temen más a los sentimientos que a los hechos que los provocaron, esto los lleva a no resolver muchos problemas, malgastan su energía convenciendo a los demás de que no les pasa nada, aunque su mensaje corporal o no verbal diga lo contrario.

Hoy sé que para saldar mi deuda el primer paso que debo dar es permitirme sentir lo que sea que sienta, darme la oportunidad de reconocer, observar sin enjuiciar lo que sienta; poder tomar la responsabilidad de mis sentimientos, evitando que me saque de equilibrio, me confunda o me inmovilice. PERO ¿cómo reconocer mis sentimientos si ni los conozco? Las preguntas clave pueden ser: ¿qué siento?, ¿de dónde viene ese sentimiento?, ¿Ya lo había sentido antes?, ¿cuándo fue?, ¿con qué hecho está relacionado?, ¿qué temo perder?
“no tratemos de sentir, solo sintamos” David Viscott
En el segundo paso necesito observar la intensidad de mis sentimientos con sensibilidad y comprensión para evitar la pérdida del control, que es mi temor más grande. Las preguntas claves pueden ser: ¿es este hecho una amenaza de pérdida, o una herida?, ¿en qué forma puedo ser herido?, ¿estoy en peligro?, ¿temo asumir la responsabilidad de haber hecho algo que hirió a otra persona?
El tercer paso es liberarlos abrirme a expresarlo con asertividad, de forma sincera, en su justo peso, reconociendo los hechos reales, de forma clara, sin una actitud a la defensiva, menos ansioso aceptando la pérdida reconociendo el dolor que lo causa y soltar el sentimiento bloqueado eliminando el dolor permanente. Pasar a una relación de intercambio de ideas basado en una correcta percepción de la realidad.
Aprender a saldar la deuda emocional con asertividad nos permite manejar conductas funcionales ante los demás y mantener relaciones más equilibradas, recordemos los pasos reconocer, observar la intensidad y liberar los sentimientos de forma asertiva es el camino.
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