Estrés agudo, ansiedad, estrés crónico, burnout, desgaste… llámese como se llame, cuando pasamos mucho tiempo con altos niveles de estrés, comienza a hacernos daños físicos, mentales y emocionales.
Aquí te comparto los principales síntomas de ésta situación, y si te identificas a ti o a tu equipo en éstos puntos, nosotros, podemos ayudarte.
Roces, mal humor e irritaciones entre compañeros
Excusas y justificaciones por no entregar a tiempo o con calidad
Desfogarse en la televisión o en la bebida los fines de semana
Ausentismo constante por cansancio o enfermedades
Que lo primero que se dice en el día es una mala noticia, queja o chisme
Enfermedades por sistema inmunológico debilitado: gripa, colitis, gastritis, problemas digestivos, alergias, dolores de cabeza
Dificultades para despertarte en la mañana
Falta de concentración, distracciones y olvidos
Dejar de esforzarse por hacer lo mejor posible, conformarse con lo necesario
Baja creatividad, estancamientos en problemas que se podrían solucionar fácilmente
Dejar de comentar o participar en las reuniones, p
ara salir y quejarse en silencio o en radio pasillo
Comer al mismo tiempo de la reunión con los compañeros o frente a la computadora mientras trabajas
Pesimismo ante los nuevos retos, buscando la manera de no tomarlos; claro, en el fondo no se quiere más trabajo
Falta de confianza para tomar decisiones y liderar a otros
Tomar más de 5 cafés al día para poder rendir
Pasar todo un día sin escuchar una risa, un comentario agradable o un abrazo afectuoso
Es importante que sepas que estos padecimientos son, tanto síntomas como causas del mismo aumento de estrés; se genera un círculo vicioso de hábitos, conductas y síntomas que hace que poco a poco la persona se desgaste más llegando al “burnout” y con esto, probablemente, al despido o renuncia.
Vacuna a tu equipo para prevenir, o dales la medicina si ya están enfermos, pero si te identificas con esto, te invito a ofrecerles alguno de nuestros servicios wellbeing; si no es que todos, revisa más aquí.